En el Círculo Católico

de Obreros

En muchas ciudades argentinas los Círculos Católicos de Obreros contaron con la participación y el apoyo de los salesianos. Era clásica la preocupación de los círculos por la vivienda, la educación popular, el cooperativismo, el cuidado de la salud, el descanso dominical y el entretenimiento sano y accesible para los trabajadores y sus familias. Los domingos Zatti participaba invariablemente en el Círculo que fundó en Viedma el “padre dotor” Evasio Garrone. Allí podía vérselo compartiendo el clásico vermut con sus paisanos italianos o jugando a las cartas, al ajedrez o a las bochas, que era su entretenimiento favorito. Pero eso no hacía que se demorara en llegar a las oraciones y las prácticas de piedad que tenían lugar también los domingos por la tarde en su comunidad salesiana. 

Todos advertían que cuando Zatti se hacía presente en el Círculo, el ambiente mejoraba sensiblemente. Un salesiano rionegrino recordaba que siendo pequeño su mamá solo lo dejaba ir los domingos al Círculo si estaba presente Don Zatti. Durante la década 1930-1940 el enfermero santo fue elegido vicepresidente del Círculo de Viedma. Frecuentemente le tocaba mediar en las discusiones o peleas, aunque más que con su palabra, lograba esto con su sola presencia y su autoridad moral indiscutida. En más de una ocasión y a pesar de su intenso trabajo en el Hospital, Zatti se encargó de organizar para su gente del Círculo los paseos al mar o las peregrinaciones al santuario de María Auxiliadora en Fortín Mercedes.