Los santos y beatos

de la Argentina

Con la reciente beatificación en el mes de julio de 2022 de los mártires jujeños, del Zenta Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas, llega a dieciséis el número de beatos y beatas de la Argentina, aunque entre ellos estén incluidos quienes no nacieron en nuestras tierras (como las beatas María Ludovica De Angelis o Laura Vicuña) o nacieron en nuestro territorio, pero en tiempos del virreinato, como la beata María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula. También están entre ellos quienes murieron en otras tierras, como los beatos Ceferino Namuncurá y Gregorio Martos Muñoz.

El número de los santos y santas de la Argentina, en cambio, es actualmente de cuatro. El primer argentino en ser canonizado fue el joven San Héctor Valdivielso Sáez (1910-1934). Nacido en Buenos Aires de padres españoles, vivió solo tres años en nuestro país. En España, donde volvió su familia, se hizo hermano lasallano con el nombre de Benito de Jesús. Murió mártir a los veinticuatro años durante la revolución de Asturias, previa a la guerra civil española. Fue canonizado por San Juan Pablo II en noviembre de 1999. Sus restos se veneran en Turón, Asturias, junto a los de sus siete compañeros mártires.

San José Gabriel Brochero (1840-1914), conocido popularmente como: “el Cura Brochero”, es el único santo nacido y fallecido en nuestro país. Fue canonizado en Roma en 2016 por el papa Francisco. Sus restos se veneran en la población que lleva su nombre en el norte de la provincia de Córdoba.

Santa Nazaria Ignacia March (1889-1943), en cambio, nació en España, vivió en México y en Bolivia y sus últimos años en la Argentina. Murió en Buenos Aires en 1943. Fue canonizada en 2018 por el papa Francisco y sus restos descansan en Oruro, Bolivia.